¿Papillas o Baby Led Weaning (BLW)? Esa es la cuestión

Puedes leer el post en formato escrito más abajo, o si lo prefieres, visualizarlo como vídeo aquí:

Hasta no hace muchos años todos los bebés recibían sus primeros alimentos en forma de triturados, pero desde ya hace un tiempo cada vez más familias optan por otra manera de hacerlo llamada Baby Led Weaning (BLW por sus siglas en inglés). Este post es para quienes hayáis oído hablar de este método pero no tengáis claro en qué consiste o qué ventajas os puede aportar. Hablaremos de todo esto y aclararemos también la duda más frecuente (e importante) que soléis tener: ¿es un método seguro?

¿EN QUÉ CONSISTE EL BABY LED WEANING?

El Baby Led Weaning se traduce al español como alimentación guiada por el bebé. Y se llama así porque una de las diferencias principales con la alimentación con papillas es que es el propio bebé quien empieza a comer por sí mismo, tomando un papel activo en su propia alimentación. La otra diferencia fundamental con la alimentación con triturados es que los alimentos no se ofrecen en forma de papillas o triturados, sino que se dan trozos enteros. Y aquí es cuando la mayoría de gente que no conoce este método se lleva las manos a la cabeza y nos hacen la pregunta de rigor: ¿pero no se va a atragantar? Hablaremos de esto un poco más abajo, pero ya os adelanto que el BLW, si lo hacemos siguiendo una serie de pautas de seguridad, es un método seguro

¿QUÉ VENTAJAS APORTA EL BLW RESPECTO A LAS PAPILLAS?

Si son tantas las familias que se decantan por esta forma de introducir los alimentos, es porque presenta varias ventajas respecto a la alimentación con triturados:

  1. Favorece la autonomía del bebé. Al ser el propio bebé quien se lleva la comida a la boca, no sólo estamos ayudando a que sea más independiente, sino que también le permitimos practicar su motricidad fina.
  2. Favorece su interés por la comida y facilita la aceptación de nuevos alimentos. Uno de los objetivos al introducir la alimentación complementaria es acostumbrar al bebé a una variedad de alimentos que le permita en un futuro llevar una dieta sana. Cuando ofrecemos un puré o papilla, el bebé no sabe muy bien qué está comiendo, ya que al mezclar alimentos la textura siempre es la misma y el sabor y color son muy parecidos. En el BLW, ya desde un principio el bebé aprende a diferenciar las texturas, colores y sabores de cada alimento. Esto puede facilitar su aceptación y evitar que más adelante tengamos problemas para que acepte la forma real de los alimentos.
  3. El niño es consciente de sus sensaciones de hambre y saciedad. Ya vimos en uno de los posts anteriores que los bebés tienen la capacidad de autorregularse y comer justo lo que necesitan, de modo que no hay que obligarlos a comer unas cantidades fijas. Como en el BLW es el propio bebé quien se lleva a la comida a la boca, va a ser más fácil evitar la sobrealimentación, y con ello el riesgo de desarrollar obesidad.
  4. Es más fácil integrar al niño en los horarios familiares ya que no necesita a un adulto que le esté dando la comida a la boca. Puede ser que al principio tengáis que estar más pendientes de vuestro peque, pero a medida que vaya aprendiendo podréis comer todos al mismo tiempo.
  5. Se ahorra tiempo en la preparación de comidas ya que lo que coma el bebé será muy parecido a lo que coma el resto de la familia. Además, comer fuera de casa será más sencillo porque le podréis ofrecer prácticamente lo mismo que estéis comiendo el resto de la familia.
 
INCONVENIENTES DEL BLW

Ya veis que el BLW tiene muchas ventajas, pero como, todo, también tiene un lado oscuro. Veamos con qué desventajas os podéis encontrar si decidís optar por este método:

  1. Se ensucia mucho. No seamos inocentes: la primera vez que le ofrezcáis comida a vuestro bebé es poco probable que se la lleve directamente a la boca y se acabe hasta el último trocito. Lo más seguro es que más de la mitad de esa comida que habéis preparado con tanto cariño acabe tirada en el suelo. Eso es algo normal, es parte de su proceso de aprendizaje y poco a poco irá descubriendo que la comida no es un juguete y que además está rica. Mientras no lo aprenda hay algunos truquillos que podéis utilizar:
    1. Poner un hule debajo de la sillita donde come el niño: así será más fácil de limpiar
    2. Utilizar batas para comer que cubran al niño entero o baberos de silicona con bolsillito que recoge la comida
    3. Utilizar platos con ventosa que queden pegados a la mesa, de manera que el bebé no los pueda levantar y utilizar a modo de frisbee.
    4. Tener perro. Os lo digo medio en broma medio en serio. El perro es el mejor amigo del hombre y del bebé que hace BLW. Vuestro peludo se asegurará de que no quede ni un gramo de comida en el suelo.
  1. Falta de comprensión por parte del entorno: Muchas veces los padres están muy motivados con el BLW, pero en el mundo en que vivimos estos padres suelen tener que reincorporarse a sus trabajos antes de que el bebé empiece la alimentación complementaria. Los abuelos y el personal de las escuelas infantiles muchas veces no se sienten seguros ofreciendo sólidos al bebé. Ante esto podemos intentar dos cosas:
    1. Informarles bien: explicar en qué consiste el método y aclarar dudas sobre su seguridad. Les podéis pasar este post o el vídeo que tenéis al principio de todo para que entiendan por qué estáis tomando la decisión de practicar el BLW con vuestro bebé.
    2. Optar por una alimentación mixta: Si aún así, no se sienten cómodos con el BLW, hay que respetar su decisión (bastante nos ayudan ya quedándose a cargo de nuestro peque!). En ese caso se puede optar por un método de alimentación mixto donde combinemos papillas y purés cuando el bebé esté con ellos con el BLW cuando esté con los padres.
PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE EL BLW

Cada vez que explico a alguien que nunca ha escuchado hablar de BLW en qué consiste este método surgen las mismas preguntas, así que voy a intentar adelantarme a los acontecimientos y contestarlas por aquí:

  1. ¿Cómo va a comer sólidos si no tiene dientes? 
    Para masticar no es imprescindible tener dientes, el bebé es perfectamente capaz de hacerlo con sus encías. Eso sí, para poder hacerlo no nos vale cualquier sólido, tendremos que ofrecer texturas que sean blanditas. La prueba que os permitirá saber si un alimento es apto para vuestro bebé es intentar aplastarlo entre dos dedos. Si conseguís hacerlo, vuestro bebé puede hacer lo mismo con sus encías. Si por lo contrario, el alimento es demasiado duro y no se puede aplastar, no deberíais dárselo a vuestro bebé ya que además de no poderlo masticar, puede haber riesgo de que sufra un atragantamiento.
  2. ¿Y no se va a atragantar?
    Se ha demostrado en estudios que el riesgo de atragantamiento es el mismo en bebés que hacen BLW que en los que toman triturados. Cuando hablamos de atragantamientos, nos referimos a la obstrucción completa de la vía aérea por un cuerpo extraño. Este cuerpo extraño puede ser comida, o puede ser cualquier cosa que el niño se haya encontrado y llevado hacia la boca. En el momento que un niño es capaz de coger cualquier cosa con su manita y llevársela a la boca, es capaz de sufrir un atragantamiento. Por lo tanto, los atragantamientos no son más frecuentes en el BLW, pero escojamos el método de alimentación que escojamos, hay que estar preparados para responder ante esta situación.

     Eso sí, practicar el BLW no significa darle cualquier sólido al bebé y dejar que se         lo meta en la boca. Hay que seguir unas consideraciones especiales en cuanto a su       seguridad que os explico en el próximo post.

  1. ¿No se digieren mejor las papillas al estar más trituradas?
    Pues no. La digestión es un proceso que empieza en la boca con la masticación. El niño que hace BLW, cuando mastica va activando todo su aparato digestivo, que empezará a producir saliva y jugos gástricos para facilitar la digestión. Este es un paso que los bebés que sólo toman triturados se saltan, así que en todo caso son los bebés que hacen BLW los que van a tener más facilidades para digerir los alimentos.
 
¿CON QUÉ OPCIÓN OS QUEDÁIS?

Si con todo lo que acabáis de leer ya estáis convencidos de que queréis empezar con el BLW, en los próximos artículo os explico con más detalle todo lo que hay que saber para empezar.

Si todo esto del Baby Led Weaning no os ha convencido y preferís optar por la alimentación con triturados no pasa nada, es una forma igual de válida para iniciar la alimentación complementaria. Cada familia tiene que escoger el método con el que se sienta más cómoda. Eso sí, es importante que poco a poco vayáis haciendo las papillas más espesas para que a los 8 o 9 meses el bebé ya tome grumitos. Se ha demostrado que los bebés que empiezan más tarde de los 9-10 meses a tomar texturas diferentes al triturado, cuando son mayores comen menor variedad de frutas y verduras.

Y si os gusta el BLW pero creéis que no lo podréis practicar todo el tiempo, recordad que siempre podéis optar por una alimentación mixta, en la que se ofrezcan tanto sólidos como triturados dependiendo de las circunstancias

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Pediatra

Practico la medicina basada en la evidencia y la pediatría basada en el cariño.

A través de este blog quiero acompañaros en la aventura de ver crecer a vuestros hijos y regalaros la mejor información para cuidar de su salud

Diana

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